Análisis Táctico: Inglaterra 1-0 España | Final Euro Sub-21 y la influencia de De Zerbi en los campeones

Inglaterra ganó a España en la final de la Euro Sub-21 con un planteamiento que demuestra la influencia de De Zerbi. Estructura 4-2-4 con los mediocentros muy juntos, intentando salir jugando desde atrás en casi todas las jugadas aprovechando el buen nivel técnico del equipo.

España intentó contrarrestarlo con la presión más alta de todo el torneo. Los interiores saltando con el doble pivote de Inglaterra y la línea defensiva saliendo de posición para perseguir a su marca. 

La solución para Inglaterra estuvo en los pases largos, no pasando el balón por el medio del campo, encontrando en jugadas como estas a Gordon que superaba casi siempre a su defensor, no encontrando España en todo el partido la forma de defender estas acciones.

La mejor respuesta para España fue tener la posesión del balón, con el clásico 4-3-3, defendiendo Inglaterra en un bloque medio en 4-4-2 en el que la clave fue Cole Palmer saltando a presionar.

Los principales recursos para progresar de España durante el torneo fueron Miranda y los interiores. Inglaterra lo anuló con Palmer bloqueando siempre la línea de pase entre Pacheco y Miranda, además de evitar Gomes y Curtis Jones que Baena o Sancet pudiesen recibir para construir la jugada.

En la segunda parte Santi Denia realizó un cambio táctico colocando a Sergio Gómez en la banda derecha. Por esa zona Inglaterra no presionaba tan alto, lo que podía permitir al jugador del Manchester City recibir el balón y jugar 1 contra 1. Así lo hizo, metiéndose para dentro desde banda o aparenciendo en zonas interiores para poner buenos centros o encontrar a compañeros atacando el espacio a los que filtrarles un pase con el que poder finalizar la jugada.

En los últimos minutos vimos a Sergio Gómez bajar a recibir hasta el medio del campo para construir el juego, demostrando liderazgo, pero fue insuficiente para empatar el partido, fallando un penalti España en el descuento.

El gol de Inglaterra llegó por 2 errores individuales, el primero de Baena realizando un mal control produciéndose la pérdida que inició la transición y que terminó con Palmer regateando, recibiendo la falta que marcó Curtis Jones.

Campeona de Europa la selección de Inglaterra tras ganar sus 6 partidos sin recibir ni un solo gol.

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