El problema del Liverpool en el 3-2-2-3 de Klopp

Cuando Jürgen Klopp cambió al nuevo sistema con lateral invertido, fue un paso muy importante para volver a ser un equipo competitivo. En la pretemporada incluso hemos visto a Trent Alexander-Arnold probar como mediocentro, sin tener que hacer el movimiento hacia dentro desde el lateral, por su importancia en el juego. El problema del Liverpool está precisamente en el medio del campo, ya que sigue siendo demasiado vertical sin tener el físico necesario para controlar los partidos.

Los jugadores del medio del campo que se han marcahado como Fabinho o Henderson no tenían el ritmo que quería Klopp. Mientras que a Szoboszlai o Mac Allister les va a faltar la pausa necesaria para controlar los partidos. Estos jugadores sumados a los de la línea de ataque son todos de un perfil demasiado directo, lo que hará que marquen muchos goles pero concediendo demasiadas ocasiones.

El Liverpool tiene 2 soluciones para arreglar el problema: terminar fichando un jugador más en el medio del campo o que Klopp haga que la progresión del balón sea más lenta, de forma segura para no tener tantas pérdidas, aunque vaya en contra de su estilo de juego.

Es en las pérdidas de balón donde se nota la otra gran debilidad, la transición defensiva. Es ahí donde las carencias del Liverpool en la línea defensiva quedan en evidencia al no tener ya Virgil Van Dijk el nivel de uno de los mejores centrales del mundo. Las pérdidas en campo rival no son un problema para ellos, ya que realizan una buena presión tras pérdida, pero cuando les recuperan en salida de balón o en el medio del campo es cuando sufren para replegar y defender correctamente.

Veremos la evolución del Liverpool en los primeros partidos de la Premier League pero me parece muy difícil que los de Klopp puedan ser uno de los candidatos esta temporada.

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